Una calle sin luz o con mala iluminación puede ser sinónimo de una calle insegura. El principal motivo, según alertaron recientemente miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y fue publicado en los medios de comunicación, con menos luz los delincuentes tienen más facilidad para delinquir, ya que no va a ser fácil verlos o reconocerlos.
De hecho, durante la noche normalmente los ciudadanos solemos evitar las calles con poca luz, incluso de manera inconsciente. Lo habitual es que prefiramos ir por aquellas vías en las que vemos quién está transitando y, en caso de sospechar de que algo puede ocurrir tendremos más margen de maniobra y respuesta, como cambiar de dirección, cambiar de acera, estar a la defensiva o tener el teléfono a mano para llamar a alguien, si fuera necesario.
Además, la falta de luz también puede provocar un incremento de los accidentes de vehículos, sobre todo aquellos que son más pequeños y que no tienen tanta capacidad lumínica, como es el caso de las bicicletas o de los monopatines. En una calle mal iluminada, a veces los conductores de los coches no se percatan de estos vehículos, sobre todo cuando va a realizar un giro, un adelantamiento un tanto rápido o se está en un cruce o rotonda.
De hecho, hay estudios que han demostrado que calles que antes estaban mal iluminadas y ahora sí cuentan con luz suficiente, el porcentaje de delitos ha disminuido significativamente. Ante la presencia de la luz, los delincuentes se piensan dos veces antes de cometer cualquier tipo de robo o delito.
Tabla de contenidos
ToggleLuces inteligentes
Por este motivo, las administraciones públicas deben de tener esto en cuenta a la hora de diseñar la estrategia de iluminación de las ciudades, sobre todo por la noche. Es cierto que hoy en día, debido a la crisis energética, se están tomando decisiones más encaminadas al ahorro, en previsión de una posible escasez de recursos durante el invierno.
Sin embargo, una de las alternativas para iluminar menos y crear esa sensación de inseguridad en ausencia de luz -algo que en los próximos meses ocurrirá cada vez más temprano-, es hacer una renovación de las luminarias. Muchas ciudades siguen contando con farolas antiguas e ineficaces desde un punto de vista de ahorro, especialmente en barrios más periféricos. Este despilfarro sería menor si se cambiaran por otro tipo de luces, como son las LED.
Además, también se puede recurrir a sistemas de iluminación inteligente. Estos sistemas son capaces de detectar el movimiento de personas y de vehículos. De esta manera, cuando noten la presencia de alguien se irá iluminando, en ocasiones de forma progresiva y otras por zonas o áreas concretas.
Estos sistemas permiten conseguir un ahorro significativo a las ciudades, puesto que en aquellas horas en las que no haya ningún tránsito estarán sin activarse, con el consiguiente ahorro. Además, como no todos los días amanece y oscurece a la misma hora, también se puede configurar que el sistema de iluminación sea acorde con esa situación, al igual que ocurre cuando está más nublado o dependiendo del estado de la luna.
En NTE trabajamos con los sistemas más eficaces
Por eso, desde NTE Sistemas trabajamos para contar con los sistemas de iluminación más eficaces y modernos. Buscamos que nuestros clientes tengan los que mejor se ajusten a sus necesidades sin que esto se traduzca en un excesivo gasto a la hora de dar al interruptor de encendido.
Los equipos con los que contamos nos permiten conseguir que la iluminación de las calles y de los edificios más emblemáticos sea eficiente sin renunciar a la calidad.